Propuesta de esquema para un momento de oración
Esta propuesta de oración incluye un canto en lengua zulú, y cada mes se propondrá música de una iglesia diferente para ser escuchada y/o cantada. No dudes en adaptar la música a tu situación local, así como la disposición del espacio para la oración.
Canto
Thuma mina nkosi yam (Envíame Señor) – Canción en lengua zulú.
Salmo 146
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Alaba, alma mía, al Señor.
Alabaré al Señor toda mi vida; mientras haya aliento en mí, cantaré salmos a mi Dios.
No pongan su confianza en gente poderosa, en simples mortales, que no pueden salvar.
Exhalan el espíritu y vuelven al polvo, y ese mismo día se desbaratan sus planes.
Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor su Dios,
creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo cuanto hay en ellos, y que siempre mantiene la verdad.
El Señor hace justicia a los oprimidos, da de comer a los hambrientos y pone en libertad a los cautivos.
El Señor da vista a los ciegos, el Señor sostiene a los agobiados, el Señor ama a los justos.
El Señor protege al extranjero y sostiene al huérfano y a la viuda, pero frustra los planes de los impíos.
¡Oh Sión, que el Señor reine para siempre! ¡Que tu Dios reine por todas las generaciones! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
¡Alabado sea el Señor!
¡Alaba al Señor, alma mía!
Texto Bíblico
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.
Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; y piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
(1 Pedro 2:4-10)
Reflexión bíblica
Reuníos en comunión con Cristo y con los demás, para que vuestra fe y vuestra vida espiritual se profundicen y crezcan, y vuestro testimonio del amor y la compasión de Dios aumente».
Esta es la invitación que se hace en este texto de 1 Pedro 2 a los lectores de Asia Menor, la actual Turquía. Profundamente enraizada en los salmos y los profetas de las Escrituras hebreas, sigue la invitación a profundizar en las fuentes de su fe y desear un alimento espiritualmente sólido (v2-3), habiendo «gustado que el Señor es bueno» (Sal 34,8). Ahora se les invita a la comunidad, a la comunión con Cristo, mediante una rica variedad de imágenes del Antiguo Testamento y un enfoque centrado en Cristo (v4-5). Se invita a los creyentes a «Venir a Cristo, piedra viva», a ser edificados en una casa espiritual, un templo vivo, a ser como sacerdotes santos que ofrecen sacrificios espirituales (Romanos 12:1-2). Una piedra no puede ser una casa por sí sola: no se trata de un proceso individual, sino comunitario. Así como muchas piedras se unen para construir las paredes de una casa, así los creyentes se unen entre sí. Cada uno está unido a los demás, cada uno está unido a Cristo y, por tanto, todos están unidos en comunión con Cristo. Lo mismo ocurre con nosotros. De este modo, también nosotros nos convertimos en piedras vivas: ¡nos transformamos para parecernos a Cristo!
Esta invitacion y la imagen de las piedras se extiende cuando el pueblo de Dios es llamado a recordar a Cristo como la piedra angular elegida por Dios (v6-8). Una piedra angular es la piedra más importante. Tenía que estar exactamente a 90 grados, cuidadosamente preparada, correcta con precisión, fundamental para la estabilidad y solidez del edificio. La piedra angular une dos muros que se cruzan, lo que posiblemente signifique la conexión de las comunidades de fe judía y gentil. Cristo fue rechazado, pero se convirtió en esta piedra angular elegida (Isaías 28:16; Sal 118:22; Isaías 8: 14). Los que creen en Cristo como piedra angular, los que se encuentran con Cristo, descubren lo precioso que es y se transforman.
Por medio de la gracia, los creyentes llegan a Cristo, convirtiéndose en piedras vivas, encontrando su identidad en Cristo (v9-10). A través de nuestro encuentro con Dios en Cristo, especialmente en la eucaristía, nos convertimos en el cuerpo de Cristo. Fíjate en los adjetivos: elegidos, reales, santos, pertenecientes a Dios (Isaías 43:20-21; Éxodo 18:5-6; Oseas 2:23). Fíjate en los sustantivos: raza, sacerdocio, nación, pueblo; todos son términos colectivos. De nuevo, no hay nada individual a la hora de llegar a ser como Cristo, llegamos a ser como Cristo juntos en comunidad – en comunión, somos transformados. El propósito de esto es que la comunidad de fe proclame los poderosos actos de Aquel que nos llamó de las tinieblas (muerte) a la luz maravillosa (vida), a través de la muerte salvadora y la resurrección de Cristo. En otras palabras, ofrecer el ministerio de salvación y esperanza de Cristo a nuestro mundo roto y herido. Los creyentes reciben su identidad como pueblo de Dios, al invertirse los juicios pronunciados por el profeta Oseas (Oseas 1;6,9; 2:1,3). Ahora somos el pueblo de Dios, ahora hemos recibido la misericordia y la compasión de Dios. Así somos transformados porque somos amados con amor incondicional e infinito, elegidos en gracia, para proclamar al mundo la misericordia, la compasión y el amor infinitos de Dios.
¡Qué maravillosa invitación para nosotros, los creyentes! Acercarnos a Cristo, estar en comunión con Cristo, unirnos a los demás en comunidad y vivir así en comunión con Cristo, para dar testimonio con alegría del amor y la gracia, la misericordia y la compasión sin fin de Dios. ¿Cómo responderemos?
Rev. Wilma Jakobsen
Sacerdote anglicano (Volmoed, Sudáfrica)
Preguntas para compartir
– ¿De qué manera respondemos a la invitación de » Ir a Cristo «? ¿Qué cosas hacemos para ir a Cristo?
– ¿Formo parte de una comunidad eucarística en la que me encuentro con Cristo y vivo en comunión con Cristo y con los demás, a través de la cual me transforma? ¿De qué manera ocurre esto?
– ¿Cómo podemos dar testimonio del amor, la misericordia, la gracia y la compasión infinitas de Dios, y ofrecer consuelo y esperanza a nuestro mundo roto y herido?
Testimonio
Cada mes, compartiremos las experiencias de diferentes personas con respecto a la vida eclesial, la comunión y la sinodalidad, en un contexto ecuménico. Para este mes, he aquí un clip preparado el año pasado por «Pro Oriente» en Oriente Medio.
Una palabra de los primeros cristianos
En la Iglesia, nadie está de ningún modo separado de la comunidad; todos se unen, por decirlo así, los unos en los otros por la fuerza simple e indivisible de la fe. (…) De este modo, Cristo es todo en todos, el que toma todas las cosas en sí según la fuerza de su bondad, infinita y llena de sabiduría. De este modo es el centro donde convergen las líneas, para que las criaturas del único Dios no permanezcan ajenas o enemigas unas de otras por falta de un lugar común en el que expresar su amistad y su paz.
Máximo el Confesor (siglo VI)